Con la llegada del verano nos encontramos en otra etapa del crecimiento vegetativo del naranjo que varía según la variedad o la fecha en la que se practicó la poda.
En cuanto a la poda nos encontramos con dos fechas de poda que pueden ser temprana o tardía. La temprana se realiza desde primeros de febrero hasta primeros de mayo y la tardía se practica desde mediados de mayo en adelante.
Respecto al crecimiento vegetativo, nuestros cítricos suelen tener unas tres brotaciones. Una a principios de primavera, otra sobre junio y una tercera a finales de agosto. Aunque siempre pueden variar según clima, poda, alimentación y calidad del terreno. No obstante esas fechas nos sirven de referencia.
Cuando llega el verano la mayoría de los agricultores quieren quitar chupones. Hay agricultores que deciden comenzar incluso a finales de junio, pero si tenemos en cuenta los tres periodos de brotación mencionados quiere decir que están desbrotando la brotación de principios de primavera, por lo que quedan dos brotaciones más. Está claro que se verán obligados a volver a realizar el trabajo de nuevo.
En Interpoda aconsejamos no hacerlo tan temprano, además teniendo en cuenta que con nuestras prácticas de poda la arboleda no es propensa a criar mucho chupón. Esto es una ventaja porque abarata lo costes de producción y también nos permite poder dar un sólo repaso de desbrote, ajustándolo a la fecha que mas nos interese por otros motivos.
Tras 20 años de experiencia y adoptar múltiples estrategias llegamos a la conclusión que estas son las mejores y mas eficientes fechas en nuestras latitudes. Además de este modo evitamos entrar varias veces en la finca para esta labor y le aportamos varios factores beneficiosos al árbol:
- El primero es que durante los meses de junio, julio y primera quincena de agosto que son las de mas horas de luz y calor evitamos que se nos quemen las palancas.
- En estos meses la naranja de por si va creciendo a un ritmo lento debido a las altas temperaturas y el hecho de quitar los chupones no ayudaría en nada, en cambio al quitarlos en nuestras fechas indicadas, ayudamos al engorde de la fruta en su recta final ya que el árbol se encuentra precisamente en ese estadio en el que su actividad se centra más en el fruto.
Hay otro factor que, aunque no tan claro si se perfila como razonable, y es que cuando se quita el chupón temprano al existir temperaturas elevadas el árbol rápidamente piensa en vestirse otra vez lo que provoca el rebrotes de nuevos chupones, esto implica vaciado de savia y agotamiento del árbol a la salida del verano. Es algo que solemos observar en las fincas que se practica desbrote prematuro.
Otro gran beneficio, es que contando con que al final del verano tenemos una tercera brotación, esta nacerá posteriormente de nuestro desbrote, pero estos nuevos chupones los podremos usar en la poda de invierno para crear ramas nuevas, o en el caso que en vez de criarse chupones críen manojos o ramas pequeñas internas, la ventaja es que éstas suelen ser grandes reproductoras frutales.